Frank Parish, nacido en Buenos Aires en 1824, fue enviado a Inglaterra a los siete años para estudiar. Regresó en 1853 como vicecónsul con la misión de solucionar problemas financieros entre Argentina y la Casa Baring Brothers. En 1861, fue ascendido a cónsul, cargo que ocupó durante doce años. Además, desde 1858 hasta 1865, fue presidente del Buenos Ayres Cricket Club, impulsando su modernización y relocalización en varias ocasiones.
Durante su presidencia, el club experimentó cambios significativos, trasladando su campo de juego dentro de Palermo. En 1852, a pesar del inminente enfrentamiento entre Rosas y Urquiza, los jugadores decidieron continuar con un partido. Más tarde, en 1859, durante el sitio de Buenos Aires, los ingleses solicitaron y obtuvieron un salvoconducto para cruzar las líneas de Urquiza y disputar otro partido, evidenciando la fuerte presencia británica en la ciudad.
El campo de cricket se ubicó inicialmente cerca del río, en terrenos luego ocupados por el Colegio Nacional Mariano Moreno. A fines de 1861, se trasladó a la zona de Rifleros (actual Palermo Chico), donde se mejoraron las instalaciones, aunque sin lograr un terreno óptimo para el juego. Allí se jugó hasta 1864, marcando una etapa clave en la consolidación del cricket en Buenos Aires.
En 1864, el Buenos Ayres Cricket Club buscó nuevos socios entre los jóvenes británicos recién llegados a Buenos Aires, quienes, influenciados por el optimismo victoriano, consolidaron la institución.
Estos inmigrantes, en su mayoría de 25 años, trabajaban en sectores clave como ferrocarriles, bancos y comercio, pero también impulsaron el deporte, practicando cricket, fútbol, atletismo y remo. A pesar de su entusiasmo, el crecimiento del club fue lento, pasando de 60 socios en 1864 a 93 en 1868, lo que dificultaba su sostenibilidad financiera.
En 1864, el Buenos Ayres Cricket Club alquiló un terreno en Palermo, cerca de la Estación del Northern Railway, donde hoy se ubica el Planetario. El campo de juego necesitó relleno con tierra de Olivos y fue cercado gracias a una donación de la empresa Peto & Betts. La cancha fue inaugurada el 8 de diciembre con un partido contra la tripulación del HMS Bombay, estableciendo esta fecha como el aniversario oficial del club.
El alto costo del alquiler y la adecuación del terreno afectaron la economía del club, que tenía pocos socios. En 1866, organizaron un concierto benéfico en el Teatro Coliseum para recaudar fondos, logrando convocar a 400 asistentes, entre ellos el ministro inglés George Buckley Mathew y diplomáticos estadounidenses.
Jugar en BA
Durante la presidencia de Frank Parish, el Buenos Ayres Cricket Club entrenaba dos veces por semana y organizaba partidos amistosos entre sus socios, con formatos variados como “casados vs. solteros” o “Town vs. Suburbs”. Ante la falta de rivales locales, en 1864 desafiaron al Montevideo Cricket Club y a oficiales británicos en Uruguay, proponiendo jugar con desventaja numérica.
Aunque el encuentro generó gran expectativa entre las comunidades angloparlantes, finalmente no se concretó, postergando el primer clásico rioplatense.
Concluye la primera presidencia de Frank Parish
En 1865, Frank Parish renunció a la presidencia del Buenos Ayres Cricket Club debido a su llamado a Londres en el contexto de la Guerra de la Triple Alianza. Durante su gestión, el club logró consolidarse y evitar su disolución. Su sucesor, James C. Simpson, ingeniero civil británico, asumió con el objetivo de fortalecer la institución y prometió construir un pabellón con fondos personales, el cual se inauguró en diciembre de 1866 con un partido emblemático entre Town y Suburbs.
Con el nuevo pabellón, el club organizó un sistema de transporte para facilitar la asistencia de los jugadores a las prácticas. Aunque el cricket se jugaba todo el año, durante el invierno los únicos rivales disponibles eran tripulaciones de buques británicos. Sin embargo, en 1867, la llegada del fútbol y el atletismo marcó el inicio de la diversificación deportiva en Buenos Aires, con el Buenos Ayres Cricket Club como epicentro de esta nueva etapa en el deporte argentino.
A mediados de la presidencia de Bartolomé Mitre, varios jóvenes británicos en Buenos Aires fundaron los primeros clubes de fútbol y atletismo, muchos de ellos siendo también socios del Buenos Ayres Cricket Club (BA). Aunque el BA no participó formalmente en su organización, prestó sus instalaciones para sus actividades. En 1867, Thomas y James Hogg, junto a otros británicos, fundaron el Buenos Ayres Football Club y disputaron el primer partido de fútbol registrado en Sudamérica el 20 de junio en la cancha de cricket de Palermo, aunque la sorpresa fue encontrarla sembrada de alfalfa.
Ese mismo año, el BA también permitió la realización del primer torneo de atletismo, los Buenos Ayres Athletic Sports, el 30 de mayo, evento que creció rápidamente en popularidad. En 1868 se fundó la Buenos Ayres Athletic Society (BAAS), que superó en socios al Cricket Club y llegó a reunir hasta 3.000 espectadores en sus competencias. La BAAS incluso ayudó económicamente al BA con el mantenimiento de las instalaciones, incluyendo la construcción de una tribuna. En 1870, los atletas propusieron fusionarse con el Cricket Club, pero tras años de debate, los criqueteros rechazaron la idea.
El 9 de abril de 1868 se jugó el primer partido entre el Buenos Ayres Cricket Club (BACC) y el Montevideo Cricket Club (MVCC) en la capital uruguaya, tras haber sido postergado por una epidemia de cólera. La delegación del BA, liderada por su capitán Frank Parish, se hospedó en el Hotel Americano y llegó en caravana a una cancha en impecable estado. Luego del primer día de juego, los locales ofrecieron una lujosa cena en el Hotel Briz, donde la celebración se extendió hasta el amanecer con cánticos y brindis. Finalmente, el equipo porteño se llevó la victoria por 156 a 124 en un encuentro que marcó el inicio de la rivalidad deportiva entre ambas ciudades.
En julio de 1868, León Isaac fue elegido presidente del Buenos Aires Cricket Club (BA), mientras Sarmiento se preparaba para asumir la presidencia del país. La temporada incluyó encuentros como North vs. South, antecedente de los futuros clásicos de cricket, y un singular partido entre Conservadores y Liberales. Sin embargo, el evento más destacado fue la revancha entre Buenos Aires y Montevideo el 8 y 9 de febrero de 1869 en Palermo. Pese a la preparación del equipo uruguayo, Buenos Aires volvió a imponerse (174-121). Más allá del resultado, el partido fue nuevamente un gran acontecimiento social.
En julio de 1869, Frank Parish regresó al país y fue reelegido presidente del BA. La asamblea decidió contratar a un jugador profesional en Inglaterra para mejorar el nivel del equipo, aunque su identidad nunca se reveló públicamente. Su presencia impulsó el crecimiento del cricket en Buenos Aires, con un notable aumento en la cantidad y calidad de los partidos. Paralelamente, surgieron nuevos clubes como el Great Southern Railway Cricket Club, fundado en marzo de 1869, y el Buenos Ayres Junior Cricket Club, destinado a jóvenes jugadores, que en 1878 se renombró Buenos Ayres Zingari Cricket Club.
La fiebre amarilla de 1871 interrumpió abruptamente la creciente actividad deportiva en Buenos Aires. A pesar del caos, el Buenos Aires Cricket Club intentó seguir con su cronograma, pero todos los partidos fueron suspendidos, incluido el clásico contra Montevideo. Muchas familias británicas huyeron a los suburbios, llevando consigo la pasión por el cricket. Tras el pico de la epidemia, las prácticas se reanudaron lentamente en junio, aunque la falta de jugadores obligó al club a organizar torneos individuales. La temporada 1871-72 recuperó algo de ritmo recién en diciembre, con encuentros destacados como Norte vs. Sur de Inglaterra y los partidos contra el Ferrocarril Sur, aunque la concurrencia siguió siendo baja.
El Senior Club
Tras la epidemia de fiebre amarilla, muchas familias británicas se establecieron en los suburbios, lo que impulsó la creación de nuevos clubes como el Lomas Cricket Club y el Flores Cricket Club en 1872. Paralelamente, el Buenos Ayres Cricket Club amplió su actividad, con partidos en Fray Bentos y un encuentro contra un equipo de Entre Ríos. La temporada 1873-74 destacó por la gran cantidad de partidos en Buenos Aires y otras ciudades como Chascomús, Rosario y Cañada de Gómez, consolidando la expansión del cricket en la región.
En 1874, la llegada de buques de la Armada Real intensificó la actividad, con partidos entre sus tripulaciones y equipos locales, convirtiendo el cricket en un evento social de gran relevancia. En enero de 1875, Buenos Aires venció nuevamente a Montevideo en el clásico del Río de la Plata. La temporada cerró con un balance positivo, destacando la consolidación del Buenos Ayres Cricket Club como la institución madre del cricket en la región, un estatus que mantendría hasta la fundación de la Argentine Cricket Association en 1913.
A mediados de la década de 1870, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, el desarrollo del cricket en Buenos Aires se estancó debido a la crisis económica de 1873, que frenó las inversiones extranjeras. En 1875, el Buenos Ayres Cricket Club se encontraba en un buen momento deportivo, pero enfrentaba la incertidumbre sobre el futuro de su cancha en los bosques de Palermo, que se estaba transformando en un parque público. A pesar de la oferta del municipio de trasladar la cancha a otro lugar, el club rechazó esta opción, ya que había invertido mucho en ese terreno.
Con la sanción de la Ley N° 658 en 1874, que estableció el parque Tres de Febrero, y la gestión del presidente Sarmiento, quien creaba el parque para satisfacer la necesidad de un espacio verde en la ciudad, la preocupación del club sobre el futuro de su campo se incrementó. El 11 de noviembre de 1875 se inauguró el parque con casi 30,000 visitantes. Ese mismo año, el ex presidente Sarmiento fue nombrado miembro honorario del club, y en una carta de agradecimiento expresó su admiración por el cricket y las actividades físicas, relacionándolas con la fortaleza y el espíritu británico.
En diciembre de 1875, la Comisión del Parque exigió reformas en la cancha del Buenos Ayres Cricket Club en Palermo, lo que llevó a proponer una fusión con la Buenos Ayres Athletic Society para encarar las obras conjuntas debido a las finanzas más fuertes de la Athletic Society. En febrero de 1876, ambos clubes acordaron el nombre de la nueva institución: The Buenos Ayres Cricket and Athletic Club. Sin embargo, el BA rechazó el cambio de nombre en su asamblea, argumentando que debía conservar su denominación histórica. Esta negativa provocó un fracaso en la fusión, con los atletas acusando a los criqueteros de centrarse en "diferencias triviales".
La temporada de cricket 1876-77 en Buenos Aires experimentó una notable disminución en la actividad, con el Buenos Ayres Cricket Club (BA) siendo el principal equipo activo, enfrentándose a varios rivales, incluidos el Flores Cricket Club y una tripulación de buques. Un hito de esa temporada fue el esperado encuentro contra el Rosario Cricket Club, que se había planeado desde 1869 y finalmente se disputó en marzo de 1877, con Rosario ganando. En la temporada siguiente, 1877-78, el BA dominó nuevamente, incluyendo una victoria en la revancha contra Rosario. Sin embargo, en 1878-79, el Zíngari Cricket Club emergió como su único rival significativo, aunque el BA reservó su energía principalmente para los partidos contra Montevideo y Rosario.
En agosto de 1879, el Buenos Ayres Cricket Club (BA) celebró su asamblea anual en el Consulado Británico, donde se destacó la disminución de miembros a 78, y se mencionó la introducción del tenis sobre césped como una nueva atracción. A pesar de estas innovaciones, la crisis económica global de 1873 afectó el club, limitando el crecimiento y el número de británicos que llegaban al país. En 1881, un equipo formado solo por miembros angloargentinos logró vencer a los británicos nativos, reflejando el cambio en la composición del club. Además, el BA encontró escasa competencia local, enfrentándose principalmente al Zíngari Cricket Club y al renacido Great Southern Railway.
Durante la temporada 1880-81, el club se enfrentó a Montevideo y Rosario, perdiendo ambos encuentros, lo que reflejó la caída en la popularidad y asistencia a los partidos. Sin embargo, en diciembre de 1880, los príncipes Víctor y George de la familia real británica visitaron Buenos Aires y jugaron un partido de cricket en Palermo, aunque las lluvias impidieron su realización. Ese mismo año, el club instituyó por primera vez la figura del capitán permanente, siendo Samuel Carlisle elegido para la temporada 1880/81, y logró una victoria destacada contra Montevideo.
En 1881-82, el BA encontró un nuevo rival en el Lomas Cricket & Lawn Tennis Club, fundado en Lomas de Zamora, que rápidamente se convirtió en un competidor de alto nivel. En la temporada siguiente, los jugadores de Lomas, liderados por Frederick Jacobs y James Hogg, derrotaron al BA por un sorprendente marcador de 60-176. En 1882, John Drysdale asumió la presidencia del club, sucediendo a Ronald Bridgett, mientras el club seguía enfrentando desafíos para mantener su relevancia en el panorama deportivo local.
En 1884, la crisis económica comenzó a remitir, lo que permitió la reactivación del intercambio comercial entre el Reino Unido y el Río de la Plata, trayendo nuevos jóvenes deportistas que revitalizaron la escena local. La famosa rivalidad entre Inglaterra y Australia, encendida por la derrota inglesa en 1882, también influyó en el auge del cricket, inspirando a más personas a practicar el deporte. Durante la temporada 1884-85, se fundaron nuevos clubes y comenzó un intercambio deportivo entre equipos de líneas ferroviarias, con encuentros entre clubes locales y rivales internacionales como Montevideo y el Lomas Cricket & Lawn Tennis Club.
En 1885, el Buenos Ayres Cricket Club (BA) vivió una reactivación notable, con la aprobación de la construcción de un nuevo pabellón y la incorporación de nuevos miembros, incluyendo algunos jugadores experimentados. Durante la temporada 1885-86, se registró un hito en la historia del club, al jugar dos partidos simultáneamente: el First Eleven enfrentó a Montevideo, mientras que el 2nd XI viajó a Rosario. Esta expansión también incluyó la creación de nuevos equipos internos como los Public Companies y Privates Firms, que jugaron con regularidad en los años posteriores.
En 1886, debido a su ausencia del país, John Drysdale renunció a la presidencia del club, siendo sucedido por Francis John Pakenham. Durante esta época, el campo de juego del BA comenzó a ser utilizado por varias instituciones de la comunidad angloparlante, como el Buenos Ayres Football Club, fundado en el mismo año. Sin embargo, la intensa actividad de estos clubes, especialmente el rugby, dejaba la cancha en mal estado al final de cada temporada, lo que retrasaba el inicio de la temporada de cricket y, en algunos años, obligaba a trasladar el primer partido a otras instalaciones.
A mediados de la década de 1880, el tenis comenzó a ganar protagonismo en el Buenos Aires Cricket Club, compartiendo espacio con el cricket y sumando torneos entre clubes visitantes como Montevideo y Rosario. En 1886 se organizó el primer torneo interno de tenis del país, en el que Richards se consagró campeón en singles y junto a Robinson también en dobles. Tras el éxito, en 1887 se construyó una tercera cancha para organizar un torneo abierto que reunió a jugadores de Buenos Aires, Rosario y Montevideo, consolidando encuentros anuales masculinos entre los tres clubes. Paralelamente, el club impulsó el atletismo al organizar un Athletic Meeting en 1888, que atrajo a gran público, incluidas muchas familias porteñas, marcando un hito en la participación femenina y fortaleciendo el rol del club como promotor de deportes populares.
Durante la presidencia de Juárez Celman, la llegada masiva de británicos impulsó el crecimiento del Buenos Aires Cricket Club y la fundación de nuevas instituciones deportivas como el Hurlingham y el Lomas Athletic Club. En este contexto, se organizaron partidos internacionales, como los encuentros contra el Río Cricket Club de Brasil, y surgió la primera revista deportiva del país, River Plate Sport & Pastime. El auge del tenis llevó a la creación de torneos abiertos, incluso para damas, pero también generó tensiones internas, como la polémica entre socios sobre la participación femenina y el uso del campo, evidenciando el choque entre la tradición del cricket y la expansión de nuevos deportes.
En febrero de 1892, el Buenos Aires Cricket Club anunció con entusiasmo un torneo de tenis abierto, con nuevos courts y premios donados por figuras destacadas como Pakenham y Bridgett. La presión del diario The Standard logró incluir una competencia femenina, pero esta decisión generó una fuerte polémica interna. Un exmiembro del comité acusó a la dirigencia de violar los estatutos y de favorecer excesivamente al tenis en detrimento del cricket, lo que derivó en una avalancha de cartas en la prensa y una división entre socios.
La tensión llevó a una asamblea extraordinaria donde los sectores pro-cricket impusieron su postura, cancelaron el torneo abierto y limitaron el uso del campo por parte de mujeres, aunque establecieron oficialmente el "Ladies’ Day". Como consecuencia, se formó el Buenos Aires Lawn Tennis Club, que atrajo a muchos socios descontentos. Paralelamente, el bacc volvió a impulsar el atletismo junto a la Amateur Athletic Association of River Plate, pero quedó claro que el futuro del club estaría cada vez más ligado al cricket.
A comienzos de la década de 1890, el Buenos Aires Cricket Club (BA) se consolidó como la máxima referencia del cricket en la región, siendo comparado incluso con el prestigioso Marylebone Cricket Club de Inglaterra. Bajo presidencias como la de Ronald Bridgett y luego J.C. Zimmermann, el club lideró el crecimiento de este deporte, organizando fixtures con equipos locales e internacionales y enviando delegaciones a Chile en una de las primeras giras deportivas del continente. El club también innovó al contratar profesionales ingleses, como Lord, cuyo desempeño elevó el nivel competitivo pese a los desafíos económicos que implicaba su contratación.
El auge del cricket llevó a la fundación en 1897 de la Argentina Cricket Championship, aunque el BA prefirió mantenerse al margen por la informalidad de la competencia. La contratación de jugadores profesionales comenzó a debatirse entre varios clubes, buscando compartir costos. Sin embargo, el intento de traer a figuras como Bill Brockwell no prosperó. Mientras tanto, surgían nuevos clubes como Belgrano AC y el juego se expandía, aunque el BA seguía siendo el referente indiscutido, recibiendo alabanzas por su campo de Palermo y manteniendo el espíritu británico que lo caracterizaba.
Hacia fines del siglo XIX, el cricket comenzó a perder protagonismo frente al avance del fútbol y el rugby, lo que retrasaba sus temporadas y reducía el interés del público. Aunque había suficientes jugadores para organizar una liga, la informalidad —como permitir que un mismo jugador representara a varios clubes— afectaba la competitividad. En 1898 se intentó reorganizar el campeonato bajo la regla "un hombre, un club", pero el Buenos Aires Cricket Club, considerado demasiado dominante, dudaba en participar. Finalmente, se llevó a cabo el torneo sin su presencia, con clubes como Banfield, Belgrano y Hurlingham, aunque el desinterés y las tensiones marcaron el final de una época dorada para el cricket en la región.
Durante la primera década del siglo XX, el Buenos Aires Cricket Club (BACC) vivió un intenso debate sobre su participación en los torneos oficiales. A pesar de la resistencia inicial de los miembros más conservadores, el club ingresó al campeonato 1900-01, donde tuvo una destacada actuación, finalizando en segundo lugar. A lo largo de los años siguientes, entre idas y vueltas, el club alternó su participación en distintas divisiones, logrando campeonatos y fomentando la práctica con partidos amistosos y mejoras en su infraestructura.
En la temporada 1902-03, el BACC ganó la Segunda División con un equipo liderado por Robert William Anderson. Aunque persistía la oposición a competir formalmente, surgió la Saturday Cricket League, permitiendo que jugadores participaran en diferentes campeonatos, lo que generó nuevos espacios de juego. La actividad social y deportiva del club se intensificó, incluyendo giras como la realizada a Entre Ríos, que se convirtió en tradición.
El crecimiento del club trajo consigo desafíos logísticos, especialmente con el deterioro de la cancha de Palermo. Con la ayuda del paisajista Carlos Thays y otras colaboraciones, se lograron reparaciones. En 1908, se inauguró un nuevo pabellón, considerado uno de los mejores de Sudamérica, gracias a una campaña de recaudación liderada por socios comprometidos.
Con la creación de la Argentina Cricket Association en 1913, el BACC ganó aún más protagonismo, consolidándose como referencia del cricket nacional. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial interrumpió esta expansión. Muchos jugadores se alistaron y los torneos oficiales fueron suspendidos por varias temporadas. Pese a ello, el club mantuvo viva la actividad con partidos amistosos y volvió a competir oficialmente en 1917-18.
Finalizada la guerra, el BACC recobró su vigor y vivió una década de éxitos en los años veinte, ganando numerosos campeonatos en todas las divisiones. En 1927, la selección argentina derrotó al prestigioso Marylebone Cricket Club en la cancha del BACC, un hito histórico. Ese mismo año, tras 19 temporadas como capitán, George Brown dejó su cargo, siendo reemplazado por Frank Bryans, en una temporada que resultó la mejor en la historia del club.
La muerte de Joseph Jodrell “Pepe” Dowson en 1929 marcó el final de una era. Figura clave en la consolidación institucional del club y del cricket argentino, fue recordado con gran emoción. Su legado perduró en el fondo Dowson, destinado a futuras necesidades del club. George Brown asumió la presidencia, dando continuidad a una etapa de crecimiento, tradición y pasión por el cricket.
A comienzos de los años treinta, el Buenos Aires Cricket Club sufrió una fuerte baja de socios, atribuida tanto a la Gran Depresión como a la falta de variedad deportiva, lo que llevó a captar jóvenes menores de 19 años eximiéndolos del pago de ingreso. Ya superada la crisis, en 1934 se celebraron los 70 años de la inauguración de la cancha en Palermo con un emotivo acto impulsado por el CUBA, donde se descubrió una placa conmemorativa y se rindieron homenajes al club como cuna del deporte argentino. Participaron figuras del deporte y se destacaron valores como el espíritu deportivo británico y la formación de generaciones fuertes.
A mediados de los años treinta, el BACC seguía preocupado por la falta de jóvenes jugadores, lo que se asociaba a su bajo rendimiento deportivo desde 1930-31. En 1936, se propuso entrenar a alumnos de St. Andrew’s en rugby y luego en cricket, pero el plan fracasó por falta de recursos. Mientras tanto, crecía la inquietud sobre si habría jugadores suficientes para enfrentar a un equipo británico liderado por Sir Brinckman, quien finalmente jugó un amistoso en la histórica cancha del club en 1938, elogiándola como "excelente".
A fines de la década de 1930, el Buenos Aires Cricket Club vivió una etapa deportiva brillante, destacándose en el cricket con la formación de cinco equipos y figuras sobresalientes como Keith Bush y Robert Ker. El club ganó cuatro campeonatos consecutivos entre 1938 y 1942. Sin embargo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial afectó la estructura de los equipos, obligando a incorporar jugadores juveniles ante la partida de muchos miembros al frente de batalla. Aun así, el club mantuvo su hegemonía en el ámbito local.
Durante la guerra, el club enfrentó dificultades institucionales. A pesar del respaldo del municipio para obtener la propiedad definitiva de su cancha en Palermo, surgió un obstáculo legal por no tener personería jurídica. Esto motivó una resolución de desalojo en 1941 que fue finalmente revertida gracias a gestiones del club, el apoyo del ambiente deportivo y la obtención de la personería jurídica en 1942, lo cual también permitió por primera vez imprimir su memoria institucional en castellano.
Con el desenlace de la guerra y el retorno de los voluntarios, el club vivió un nuevo impulso deportivo. En 1944, celebró sus 80 años de existencia con un banquete, y al finalizar el conflicto en 1945, el cricket argentino resurgió. El BACC ganó múltiples campeonatos y fue homenajeado con la creación del trofeo Robin Stuart Shield. También se rindió tributo a los 27 socios caídos en combate con un Roll of Honour instalado en el club house.
No obstante, los problemas institucionales persistieron. En 1947 un incendio destruyó el histórico pabellón de Palermo. Poco después, el gobierno declaró el predio Lugar Histórico, pero en 1950, un nuevo decreto municipal revocó la concesión del terreno, argumentando que debía estar al servicio del público general. A pesar de las protestas del club y de su evidente valor histórico y deportivo, el municipio tomó posesión del lugar.
Frente a esta situación, los demás clubes de cricket se solidarizaron con el BACC, ofreciendo gratuitamente sus campos para los partidos. Así, durante las temporadas 1950-51 y 1951-52, el club logró seguir participando activamente gracias al respaldo de instituciones como el Hurlingham Club y el Belgrano Athletic. La historia del BACC es testimonio de resiliencia, tradición y del importante rol que desempeñó en el desarrollo del deporte en la Argentina.
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